¡Que levante la mano a quién le cueste seguir las rutinas faciales con muchos pasos más de dos días! A nosotres, MUCHÍSIMO. Lo hemos intentado, pero a los pocos días abandonamos. Tal vez no deberíamos decirlo, pero es la pura realidad. Son rutinas que van muy bien para relajarse y de vez en cuando las seguimos para dedicarnos un ratito, ¡porque nos encanta la sensación de paz con la que acabamos! Pero en nuestro día a día no acaban de encajar.
Nuestra rutina de cuidado facial habitual es muy sencilla, solo tiene cuatro pasos (esenciales), ¡y uno de ellos no lo tienes ni que hacer cada día! Allá vamos con los pasos y con propuestas para usar en cada uno:
- Limpiar el rostro: es un paso que hacemos dos veces al día, mañana y noche. Es importante para eliminar toxinas de la piel, quitar restos de maquillaje, de crema solar, etc. Lo puedes hacer de muchas formas: con jabón sólido como el jabón Flor de té de Ainea Perfums; con una espuma delicada y ecológica como la de Mádara; también puede que te guste usar geles como el de Affya o el Green Shaman de Ami Iyök; o incluso una leche, un agua micelar o un bifase como los de Mádara, más indicados para retirar maquillaje. ¡Lo importante es que dejemos la piel bien limpia!
- Exfoliante o mascarilla: este es el paso más divertido. Es esporádico, porque no debes hacerlo cada día, y te permite tener unos minutitos para ti. Se trata de hacer una limpieza en profundidad y, para ello, te recomendamos dos tipos de producto. El primero es un exfoliante, puede ser mecánico (lo haces tú manualmente) como en el caso de Scrub de Mádara; o puede ser químico, lo aplicas como una mascarilla y los ácidos frutales ayudan a exfoliar la piel, como con Peel de Mádara. El segundo tipo de producto es la mascarilla detox. Nos encantan porque son facilísimas de usar y puedes escoger la zona en la que quieres aplicarla, según lo que necesite tu piel en cada momento. Hechas con arcillas tenemos la mascarilla de Affya y la Oceanik mask de Ami Iyök. Y con carbón activado y barros la Smart de Mádara.
- Hidratar: En este paso, que también repetimos mañana y noche, puedes usar uno o más productos, pero lo importante es que tu piel quede hidratada después de la limpieza. Puedes comenzar un un sérum cómo estos de Mádara, Ami Iyök o Affya (que se puede usar como único producto), para hidratar las capas más profundas de la piel. Y puedes seguir (o usar solamente) con una crema hidratante, que puede ser para pieles sensibles, para pieles mixtas, para pieles normales, o de tratamiento. Una sugerencia: puedes usar un producto diferente para el día y la noche y aprovechar la nocturnidad para utilizar algo más nutritivo como un aceite que trate específicamente aquello que te interesa como iluminación, hidratación o fotoenvejecimiento; o una crema específica para la noche que sea un poco más rica que la de día.
- Protección solar: un paso diario que debemos hacer cada mañana. Es importantísimo que protejamos a la piel de los rayos solares cada día del año. Puedes protegerte con SPF 30 y filtro físico de Mádara o, si lo prefieres, con SPF 50 y también filtro físico de Alga Maris. ¡Ambas son ecológicas y pueden utilizarse en el mar sin miedo a que dañen el ecosistema!