Durante muchos años el jabón en pastilla ha sido el gran olvidado. Se pusieron de moda los geles, con tantos olores y texturas, que las pastillas quedaron en el olvido. Las costumbres cambiaron y los jabones sólidos, si se usaban, era para lavar las manos, perfumar los cajones de la ropa o hacerse crestas punk en el cabello. Por suerte, más allá de nuestras fronteras no han dejado de hacerse pastillas de jabón maravillosas. Y como a nosotros nos encantan, ¡te vamos a contar las 5 ventajas que encontramos a usar el jabón sólido en la ducha!
- Además de limpiar la piel, los ingredientes con los que está hecha la pastilla de jabón aportan hidratación y nutren la piel. Al aclarar el jabón, notaremos que la piel no está "resbaladiza", ¡pero deja pasar unos segundos y verás que tienes la piel más suave que puedas imaginar!
- Si la mantenemos seca y en una jabonera con relieve que permita que el aire circule por debajo, ¡la pastilla de jabón nos puede durar meses!
- Hay muchos jabones diferentes: jabón de triple prensado, jabón de marsella, jabón de alepo, jabón de castilla, jabón de glicerina... Por ejemplo, el jabón de alepo es perfecto para pieles con psoriasis, el jabón de glicerina es tan suave que se puede utilizar como jabón facial, etc. Cada uno de ellos tiene unas propiedades únicas, así que será fácil encontrar el indicado para cada tipo de piel.
- Perfuman todo el baño. Cuando un jabón está bien hecho y la fragancia se ha añadido durante su fabricación, tenemos un jabón perfumado cuyo olor nos durará hasta el último día.
- Generaremos menos residuos, ya que los jabones en pastilla artesanales acostumbran a ir envueltos en papel. Y el papel es tan bonito que antes de reciclarlo hasta puedes utilizarlo para hacer manualidades, envolver cosas... ¡Súmate al carro de cuidar el planeta y del plastic free!
Estas son las ventajas que le vemos nosotros. Y tú, ¿has encontrado alguna otra?